miércoles, 5 de octubre de 2016

Rúbricas de evaluación: nuestro búho del otoño



A pesar de que seguimos muy estancados en las formas de evaluación tradicionales como poner notas numéricas del 1 al 10 o los famosos suficientes, notables y sobresalientes, el uso de rúbricas de evaluación suena cada vez con más fuerza, pero ¿Qué son rúbricas de evaluación?

"Las rúbricas son guías de puntuación usadas en el evaluación del desempeño de los estudiantes que describen las características específicas de un producto, proyecto o tarea en varios niveles de rendimiento, con el fin de clarificar lo que se espera del trabajo del alumno, de valorar su ejecución y de facilitar la proporción de feedback (retroalimentación)" (Andrade, 2005; Mertler, 2001) a través de Fernández, A. Revista de Docencia Universitaria vol.8 (n.1) 2010

Desde mi experiencia os puedo decir que están empezando a gustarme mucho las posibilidades que observo en el uso de rúbricas. Primero porque me parece que nos ofrece la oportunidad de hacer una evaluación bastante objetiva de los resultados. El uso de descriptores te permite especificar a tu gusto o necesidad los distintos niveles de consecución de la tarea. Segundo porque tener una rúbrica base para distintos modelos de tareas permite ser sistemático en la corrección y evaluar siempre los mismos aspectos de la tarea a pesar de las especificaciones de cada una. Por ejemplo, yo, personalmente, me he creado una rúbrica de evaluación para expresiones escritas. De esa forma, cada vez que corrijo una expresión escrita me aseguro de evaluar los mismos parámetros y ofrecer a los alumnos un feedback de su progreso en diferentes aspectos como ortografía, uso de estructuras, estilo, vocabulario, etc. Otra de las bondades de la rúbrica es que es fácilmente entendible por los alumnos y les permite saber dónde está situada su tarea, cuáles son los requisitos máximos y mínimos que pueden alcanzar. Soy partidaria de darles la oportunidad al alumnado y las familias de ver y tener en cuenta cuáles son los criterios de evaluación con los que medimos todo aquello que es evaluado en clase.

¿Cuáles son los inconvenientes? El primero el diseño. No siempre es fácil concentrar en una sóla rúbrica todos los descriptores que queremos usar y en ocasiones es aún más difícil elegir qué descriptores son válidos o no para nuestra tarea. Me aventuro a decir que no hay una rúbrica perfecta que sirva para todos, porque precisamente el diseño personalizado es lo que le da valor. Tú creas la tarea y tú sabes qué quieres evaluar y cómo vas a evaluarlo. Incluso realizando la tarea que otra persona haya diseñado quizás necesites adaptar la rúbrica a la realidad de tu aula. El segundo inconveniente es que lo pormenorizado de la evaluación requiere tiempo. Contra este inconveniente yo siempre procuro pensar (y no cuesta trabajo pensarlo porque se ve claro) que lo que se está llevando a cabo es una evaluación real, objetiva y justa. 

Os animo a diseñar tareas y rúbricas que permitan evaluarlas. Hoy os dejo de ejemplo una tarea de plástica, para que veáis que el uso de rúbricas es apto para todas las áreas.


Rúbrica de la tarea búho de otoño

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